Aceleración abismal

De vuelta en este país donde los intereses políticos juegan con los sentimientos culturales de sus ciudadanos.

Se busca el conflicto para obtener votos ¿para qué? Para mantenerse aposentados en sus poltronas viendo como todo se precipita hacia el abismo.

Cuatro meses he estado fuera, lo que allí he visto tampoco me ha gustado. Recortes, subidas de impuestos. Es como si hace un par de años hubiese visto un lugar en campaña electoral , todo bien, perfecto, cálido, lleno de oportunidades. Pensaba, la crisis es mundial, pero en España todo está más jodido. Estos meses fuera he visto que la cosa ha ido degenerándose también en un país de los llamados “fuertes” como Francia.

Pero la vuelta aquí ha sido impactante, subida de precios, nuevos impuestos inminentes, estupideces a troche y moche en televisiones y radios…Y luego el mundo real: negocios cerrados, cambio de propietarios en otros, regulaciones y licencias “medioambientales” absurdas encubriendo nuevas recaudaciones. Y la soga al cuello cada vez más apretada, más y más….

¿Hacia donde vamos así? Tan sólo hacia el abismo.

Nostalgia de un lugar

Si no fuese por esa nostalgia inexplicable me quedaría.

Si no fuese por esa sensación de desplazamiento me quedaría.

Si no fuese porque no para de llover me quedaría.

Si no fuese porque echo de menos el calor del fuego de la chimenea me quedaría.

Si no fuese porque me faltan esas pequeñas tertulias entre amigos me quedaría.

Si no fuese porque aún creyéndome que no tengo raíces aquello me tira me quedaría.

Si no fuese porque lo único que me retiene aquí es lo material y lo que tengo allí es lo sentimental, me quedaría.

Cuando esté allí echaré de menos lo que aquí tengo, y empezaré de nuevo.

Si no fuese por lo que tengo allí me quedaría…

Navegando por la vida sin rumbo pero sin ir a la deriva, y ¿por qué no?